miércoles, 19 de septiembre de 2012


Texto integro de una publicación menes del 5 julio 2011
Parroquia de la Asunción en 1917, obsérvese la delimitación de su atrio por un sencillo balaustre y al fondo la Casa de Música J. Parres. Foto: El Sol de Hidalgo

 
Pachuca, Hidalgo.- De conformidad con el informe que en 1569 enviaba al arzobispado de México el sacerdote de la Parroquia de la Asunción de Pachuca, don Francisco Ruiz, la primera edificación religiosa de esta comarca minera fue la capilla de la Magdalena, concluida en 1534, en las inmediaciones de la entonces República de Indios, que es hoy la Villa de Pachuquilla, sin embargo, la construcción más importante se realizó en el bonancible Real de Tlahuelilpan, hoy asiento del Centro Histórico de Pachuca, y fue el templo dedicado a la "Virgen de la Asunción a los cielos", edificado hacia 1553, según señala el historiador Francisco del Paso y Troncoso, en su obra "Papeles de la Nueva España".

Aquella primitiva construcción, desplantada en pequeña nave, edificada de adobe, con techo de tejamanil y torre de cal y canto, fue elevada a la categoría de parroquia, según el Itinerario de Hipólito Vera, en 1560, aunque es hasta 1568 cuando se inician en forma los servicios sacramentales, como se desprende del primer libro que obra en su archivo, cuyo asiento inicial de fecha 31 de enero de 1568 registra el bautizo de la niña (india) que llevó el nombre de Agustina. En tanto el de matrimonios comienza el 23 de marzo de 1568, con el asiento nupcial de Pedro de San Miguel y María, ambos indígenas de la encomienda de Antonio de la Cadena, este último reconocido como el principal contribuyente en la construcción de la parroquia.

En los primeros años y debido a la poca feligresía, los servicios religiosos fueron realizados por sacerdotes itinerantes del clero secular, pero, crecido el pueblo de Real de Tlahuelilpan, la arquidiócesis de México ordenó hacia 1566, el nombramiento de un cura beneficiado de planta, correspondiendo a Francisco Ruiz tal designación, a quien se asignó un sueldo anual de 200 pesos de minas, derivados de 50 pesos de tipuzque por Acayuca y otro tanto por cada uno de los pueblos y estancias de indios de Pachuca. Más debido al importante número de hablantes de lengua mexicana y otomí, orillaron al Arzobispado a sustituir, a principios de 1575, a Francisco Ruiz, por el joven sacerdote Pedro de Salamanca, quien, no obstante a sus 34 años, era conocedor de ambas lenguas.

De conformidad con la información que aporta Vicente de Paula Andrade, la primitiva construcción se vino abajo en 1647, siendo curas de la misma los presbíteros Jerónimo Castañeda y Francisco de la Cruz, iniciándose de inmediato los trabajos de su reedificación, a fin de construir un templo más grande y con mejores materiales y ornamentos. Los trabajos de la nueva fábrica duraron 72 años, pues fue totalmente concluida en 1719, aunque durante ese período, los servicios religiosos se celebraron mediante altares improvisados en diversos sitios de la construcción.

Dos documentos hallados en el Archivo Histórico del Poder Judicial del Estado de Hidalgo, dados a conocer por el historiador José Vergara, ilustran algunos aspectos en la construcción del templo, el primero es un contrato celebrado entre "Juan de Vargas, representante de los vecinos y mineros de Pachuca, y el Maestro Juan Cerralvo", suscrito el 4 de noviembre de 1622, es decir, 25 años antes de que la vieja edificación se derrumbara debido al reblandecimiento de sus muros. El segundo es también un contrato procedente del año de 1691, por medio del cual se pactaron los trabajos para la construcción de uno de los altares colaterales del templo, seguramente cuando estaba ya adelantada la edificación de la nave.

Si bien el nuevo templo quedó concluido en su exterior en 1719, las obras en su interior continuaron por largo tiempo, por lo menos hasta 1784, en que se concluyó el retablo del altar principal de estilo barroco en el que Vicente de Paula Andrade asegura fueron talladas 20 imágenes de santos curas, a: "Santos Lino, Dámaso, Clemente, Aniceto, Carlos Borromeo, Ascanio, Fulco, Hipólito, Natal, Juan Jorge Gilaber, Sebastián de Villoslada, Leonardo, Emiliano y Lucio; los B.B. Enrique, cura de Atlatlacumba, Jacobo Vitriaco, Argentoli, Mateo de Francia, Antonio de Santa María y Roque González.. Este retablo fue demolido en la segunda mitad del siglo XIX, para edificar en su lugar un altar neoclásico que fue modificado en 1964; fue nuevamente repuesto con diversas variantes en 1975.

Tanto en los planos y mapas, como en los más antiguos grabados y fotografías que se conservan de la ciudad de Pachuca, puede observarse la amplitud del templo, en primer término, por el sur su curato se prolongaba hasta el callejón del Castillo, hoy Patoni, y por el norte podía observar una ermita anexa a la nave principal, finalmente el atrio, mucho más espacioso, se prolongaba hasta el muro norte del edificio de las Cajas Reales.

Fue en 1861, a partir de la aplicación de las Leyes de Reforma, que el templo fue seccionado y vendidas diversas porciones consideradas superiores a las necesidades de culto; el ala norte se enajenó a favor del minero Benito Arellano, quien a su vez la entregó al prestamista polaco, Francisco Lambert, a cuya muerte y por no haber formulado testamento ni tener descendientes pasó a manos del gobierno, siendo ocupada como sede del Ejecutivo estatal hasta 1943, en que se transformó en Cámara de Diputados. En 1957 se establecieron en ese sitio diversas oficinas públicas, hasta que en 1970 es ocupada por la Presidencia Municipal de Pachuca, finalmente, el edificio fue cedido a la Compañía de Real del Monte y Pachuca y embargado pasó a poder del Instituto Mexicano del Seguro Social, quien estableció ahí su Delegación Metropolitana. Hoy se encuentra abandonado.

Por lo que se refiere a las construcciones del lado norte, a un lado del atrio, éstas fueron vendidas en 1865 a don Francisco de J. Parres, quien edificó el asiento de su negocio de instrumentos musicales y su residencia, después de 1910, la finca ha sido enajenada a diversos propietarios y hoy debido al estado en el que se encuentra y al uso que se le da, es una las grandes vergüenzas de nuestro Centro Histórico.

menes_ llaguno@hotmail.com

sábado, 25 de agosto de 2012

Mariano Matamoros vicario de la parroquia de la Asunción de Pachuca.

Matamoros nace en el seno de una familia criolla radicada en la ciudad de México, el 14 de agosto de 1770, aunque su infancia transcurre en Ixtacuixtla Tlaxcala, al terminar en esta última sus estudios elementales, regresa a la capital de la Nueva España donde se gradúa como bachiller en artes en 1786 y tres años después como bachiller en teología. Su ordenación como sacerdote ocurre en 1796, asignándosele primero, al Sagrario Metropolitano de Querétaro y tres años después como vicario de la parroquia de la Asunción de Pachuca.
De la revisión de los documentos que integran el archivo de la parroquia pachuqueña, se desprende que la presencia de Matamoros aquí, abarca del 4 de abril de 1799 al 10 de noviembre de 1801, prácticamente 3 años, en los que estuvo bajo las ordenes cura Mariano Iturría Ipazaguirre, entusiasta sacerdote a quien se debió la construcción del puente “de Gayo” o puente de las fiestas, que unió por una vía amplia y de recia estructura a las porciones oriente y poniente del entonces Real del Minas de Pachuca, así mismo a él se debe la reconstrucción del templo de San Miguel Cerezo, obra que se realizó precisamente durante los años de estancia de Matamoros en Pachuca. Una rápida mirada a las actas de bautizos, matrimonios y entierros, basta para darse cuenta de la gran cantidad de trabajo desplegada por el joven vicario, que aquí debió percatarse del clima de explotación a los mineros, pero ante todo, de la enorme desigualdad que privaba en la sociedad novohispana de aquellos, los años previos al estallido de la Guerra de Independencia.
Matamoros reconoció en una carta enviada su tío Francisco de Salazar el 18 de mayo de 1812, que su inconformidad en contra de las condiciones que prevalecían en la Nueva España, surgió al conocer de cerca en Pachuca “como estos probes homnes (sic), ponían en peligro su vida, sin mas aliciente que la encomienda de todo a nuestra amantísima Señora, cobijo, de humildes e probes trabajadores, que bajan por los hoyos que hacen en la tierra que aquí llaman galerones y socavaderos”.
Don Carlos María Bustamante, quien conoció de cerca a Matamoros, lo describe así en su “Cuadro Histórico, de la Revolución de la Independencia Mexicana” “Era un hombre delgado, de pequeña estatura, color blanco amarillento, ligeramente picado de viruelas, pelo y barba rubios, ojos garzos (azules)…… inclinaba la cabeza sobre el hombro izquierdo y su voz gruesa y hueca. Tenía muy arraigado el vicio de fumar”. Su firma de trazos firmes aunque adornados, permite entrever a un hombre inteligente y cuidadoso de las formas, pulcro tanto en el pensar como en el hacer, pues no obstante el cumulo de trabajo, se daba tiempo de redactar con letra clara cada una de las actas sobre los sacramentos que administraba.

Firma de Mariano matamoros en el libro de bautizos del Archivo de la Parroquia de la Asunción de Pachuca
De Pachuca pasó Matamoros a la parroquia de Escanela y de allí a Jantetelco, donde le sorprende el inicio de la Guerra de Independencia, a la que se suma como parte de los ejércitos del sur que comandaba Morelos, el 16 de diciembre de 1811, un día antes de la Batalla de Izucar en la que participa con dos regimientos de caballería, dos batallones de infantería y un cuerpo de artillería, Sus primeras acciones fueron en Tecualoya y Tenancingo y después en el sitio de Cuautla donde rompió el cerco y regresó con víveres a Cuautla, a ellas se sumaran las acciones de la toma de Oaxaca el auxilio en Coscomatepec a Nicolás Bravo.
Finalmente después de la derrota del 23 de diciembre de 1813 y del intento fallido de tomar Valladolid, es aprehendido por el realista Eusebio Rodríguez, y llevado preso a la cárcel de la Inquisición en Valladolid de donde salió para ser ejecutado en el Portal del Ecce Homo (hoy Portal de Matamoros) de la hoy ciudad de Morelia, el 3 de febrero de 1814.
De la presencia del prócer en Pachuca, además de los asientos existentes en los libros de la parroquia, existe en el atrio, a un lado de la puerta principal, un pequeño monolito que recuerda su presencia en esta ciudad, aunque son pocos los que han reparado en este pequeño monumento.
Mariano Matamoros siguió estudios de bachiller en artes y teología y se ordenó presbítero en 1796. Ejerció como párroco en la capital virreinal y en Jantetelco (actual estado de Morelos); fue en esta ciudad donde, en 1811, se dictó contra él orden de búsqueda y captura como sospechoso de promover la causa independentista.
Mariano Matamoros Tras lograr huir, en diciembre de 1811 se unió en Izúcar (actualmente Izúcar de Matamoros, en Puebla) a las tropas insurgentes lideradas por José María Morelos. El propio Morelos lo nombró coronel un mes después. Al mando de sus tropas, Matamoros conquistó en febrero de 1812 la ciudad de Cuautla y la defendió del cerco realista.

En noviembre de 1812, ya como lugarteniente de Morelos, se distinguió en la toma de Oaxaca y, en junio de 1813 Morelos lo ascendió a general. Matamoros derrotó en Tonalá y en San Agustín del Palmar a las tropas realistas. El 23 de diciembre de 1813 atacó la ciudad de Valladolid (actual Morelia), pero se vio obligado a retirar a sus hombres.

Perseguido por los soldados de Ciriaco de Llano y Agustín de Iturbide (que era por entonces militar realista), fue capturado en Puruarán (Michoacán) el 5 de enero de 1814 y fusilado en Valladolid un mes después, a pesar de la oferta de Morelos de intercambiarlo por doscientos prisioneros realistas.

 

miércoles, 18 de abril de 2012

Bienvenido a este homenaje a la ciudad que me vio crecer con por las tantas veces que recorro sus calles de niño, joven y hoy padre con mi familia  seguimos inexorable mentes su desarrollo,  con la llegada de gente de otros lugares a esta La Bella airosa, capturada en imágenes sus transformaciones en el tiempo y como homenaje aquellas persona anónimas que nos dan tran grato gusto el por disfrutar
Gracias a todos José Luis Islas 
(Nota no soy Historiado, cronista  o algo se parezca ni pretendo el serlo,  mi profundo respeto a quienes profesional mente lo hacen solo es una afición y un profundo amor a mi ciudad que logremos sentirnos orgullos de esta tierra que nos vio nacer o llegamos por una o otra circunstancia a ella,  pero aquí  vivimos y eso vasta para ser Pachuqueños orgulloso tozos no me refiero al fútbol)
y tambien estamos http://www.compunetdehgo.com.mx  como en http://compunethgo.blogspot.mx/  dondes enconraras mas informacion pero esta es mi querida Pachuca de soto, que tanto amamos
 y doy las gracias de antemano a todos los medios dispomibles para elalaborar  este materia y las bibiografias de arg.Luis Corralesde Vivar, Juan  Manuel  Menes, Raul Guerrro Guerrero. Arnurfo Nieto bracamontes, Virgio Guzman, Jaime Meliton, Saramonte Romero  ( Daniel Zarate deportes)   a su bibilgrafias como al archivo fotografico y archivo del estado Hidalgo